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“ La Cantera”

Aclaración necesaria, en Argentina cuando hablamos de “equipo tuneado” nos referimos a quienes le dan más importancia a los refuerzos que a los jugadores propios; forma de jugar que tiene cada uno, sólo eso.-

Nuestro habitual personaje de ésta pequeña serie de historias, “El Flaco” estaba bastante tranquilo con casi todas sus cosas. El trabajo funcionaba casi normal, por supuesto habían problemas para cobrar, pero nada grave. Su fiel autito lo seguía acompañando sin romperse demasiado. La relación con su Directora de Escuela (su esposa) andaba también casi normal, las habituales discusiones porque….”Yo me deslomo con 560 salvajes y 20 maestras que juegan carreras a ver cuál labura menos y vos lo más tranquilito con tus pinceles, tus dibujos, la compu y ese jueguito de mierda”…. (adivinen Uds. cuál es el jueguito en cuestión   je je)

Precisamente por ese lado venían sus problemas más serios; la temporada le estaba resultando demasiado complicada. Recordemos que estaba en una Liga muy  competitiva, con algunos equipos que hacían del tuneo casi una religión absoluta, lo que implicaba tremendas erogaciones  en jugadores demasiado costosos, por supuesto que en detrimento de instalaciones; o sea todo lo contrario a lo que él creía que era el juego.

Las discusiones en los foros se sucedían, por supuesto que nadie tiene la verdad absoluta, solo que en su liga en  particular la opción “comprar” contra “invertir” venía ganando por goleada; cómo consecuencia de ello su equipito navegaba en las últimas posiciones, muchas veces mirando el descenso muy de cerca y se venía salvando por un par de crucificados.

Arrancó la temporada perdiendo por goleada varios partidos, se pasó horas discutiendo acerca de la cuál era la mejor forma de “llevar adelante un proyecto”, tuvo que darle la razón a quienes aseguraban “si jugás es para ganar”; perdió horas mirando la historia de los equipos de la mítica  “I”   se pegó una vueltita para ver los planteles de los poderosos de Europa del Este…. En fin, estudio, estudio y más estudio…. Y cuándo quiso reaccionar y meterse de  cabeza en el mercado; se encontró con que no tenía recursos pues, en su gran mayoría, se los llevaban las mejoras en instalaciones….

O sea que tenía un problemita interesante, su filosofía de apostar a las instalaciones para sacar buenos pibes; lo estaba llevando a perder la  categoría….

Alcanzó a comprar algunos europeos mas o menos interesantes que le permitieron mejorar un poco sus resultados; al menos ya no perdía por goleada; cómo consecuencia se atrasó en su plan de inversiones y llegó a pensar que nunca pasaría de nivel 10 en ninguna instalación; seguía perdiendo con los de la mitad de arriba de la tabla, cambiaba tácticas, corría los volantes al medio o la orilla, los paraba un casillero más adelante, armaba la defensa bien abierta, o la cerraba demasiado…

Resumiendo, un caos…. mal en los resultados, parado en las mejoras, la sensación de tener plantel medio pelo, puteando por no tener un equipo “bien tuneado”….

El Domingo jugaba con uno que hacía poco lo habían crucificado; cosa rara porque había sido  un jugador muy activo y hasta no hace demasiado estaba en el lote de los 5 mejores… andá a saber que le había pasado al vago….

Cómo estaba muy molesto con su presente en cuánto a resultados, decidió parar un equipo 100 % salido de las inferiores, total (pensó) ya que voy a perder, voy mirando que tal andan los pibes…

Domingo, 19 hs de Argentina, muy cómo al descuido prendió la PC, miró el pronostico a ver que tal estaría el Lunes, dio una vueltita por los titulares de los diarios y, casi por inercia, entró en PPM a ver que había  pasado…

Le costó creer lo que mostraba la pantalla…. su equipito, ese que paró medio de compromiso cómo ver que pasaba, había ganado….

Cómo suele pasar en éstos casos, una amplia sonrisa le iluminó el rostro, empezó a tararear….”sorpresas te da la vida… la vida te da sorpresas”…. apagó la compu y  dijo, en tono muy cordial……”Gordi, te pinta que vamos a tomar algo por ahí…?”……

Desde San Rafael, “Corazón de Mendoza”

Yayo

El que sigue creyendo en los “proyectos a largo plazo”