Grandes leyendas del fútbol argentino. Hoy: Rubén Lanara
Hola a todos! Como están? Bienvenidos a éste primer capitulo de "grandes leyendas del fútbol"
Hoy elegí homenajear a quien quizás fue, es y será el más grande "9" que ha dado el futbol argentino ppmistico: Rubén Lanara.
Lanara nació en la ciudad de Cipolleti el 7 de noviembre de 1982 en el seno de una familia hincha de Estudiantes de La Plata integrada por sus padres y un hermano 6 años mayor. Su abuelo, Enrique Lanara, había jugado en el primer equipo del Club Deportivo Vieytes de Magdalena. Cursó sus estudios primarios en el Colegio Sagrado Corazón de su ciudad. A los 7 años (1988/1989) comenzó a jugar como arquero en las divisiones infantiles del Club Cipolleti. Alfredo García fue el entrenador que lo colocó como delantero, convirtiendo 54 goles en su primer torneo en esa posición, en 1992.
Entre los partidos jugados en aquel momento se destaca la final de sexta división de 1994 entre Cipolleti y Deportivo Roca, el clásico rionegrino. Los dos partidos de ida y vuelta despertaron la atención de los aficionados que llenaron la cancha, mientras que el partido era transmitido por la radio. La ida terminó con un triunfopor 2-0, con un gol de cabeza de Ruben. En la vuelta, Roca se puso 3-0 y se consagraba campeón, cuando un nuevo gol de cabeza de Lanara sobre el final, llevó la definición a penales, donde se impuso Cipolletti. Los goles de Lanara en esa ocasión pueden verse en el documental "Lanara el optimista del gol".
Fue entonces cuando le toco el debut en la primera del blanco y negro en la temporada número 8, en donde disputó 11 partidos, convirtiendo 5 goles y dando 2 asistencias. No eran grandes números, pero su porte y su habilidad un tanto "extraña" llamaron la atención de emisarios del Sportfreunde, un equipo alemán que estaba peleando el descenso en la liga alemana, quienes aconsejaron su contratación a los popes y estos accedieron a desmbolsar los poco mas de 70 millones de pesos que pedian los sureños. Una cifra discutida y hasta aparentemente excesiva por un jugador sin grandes logros hasta ese momento.
Su equipo descendió aquella temporada y logró retornar a la primera división alemana en la temporada 14, con una actuación descollante del loco Ruben quien disputó 43 partidos y convirtió 30 goles, quedando para siempre en los corazones de los torcedores alemanes.
Si bien su equipo debió sufrir bastante durantes esas temporadas para lograr el ansiado ascenso, la carrera de Rubencito iba en crecimiento: Tuvo un fugaz paso por la selección sub 17 que a la temporada siguiente salio campeona del mundo y fue pieza clave de la selección sub 20 que en la temporada número 13 salio campeona del mundo siendo FUNDAMENTAL con su desempeño.
En cuartos de final frente a Hungría, el técnico decidió relegar al "búfalo" Arpires al banco para poner de arranque al Lanara. El loco metió un tiro libre en el alargue para clasificar a la selección a la semi.
Ya en semis, su heróica figura apareció en el momento mas dificil de todos: Argentina y Rumania empataron en tiempo regular 0-0 y a poco de iniciado el suplementario, el legendario "lacatus" Filipescu ponía el 1-0.
El técnico argentino movió el banco, metió a Lucas Ahumada quien asistió de manera brillante al loco Lanara para salvar la ropa e ir a los penales que llevarían a la selección a la final frente a Lituania y al posterior titulo mundial.
En la temporada 19 llevó al humilde equipo alemán a lograr un histórico cuarto puesto en primera división, completando 37 partidos y 18 goles convertidos. Luego de aquella fabulosa campaña, el equipo alemán cayó en un franco tobogán. Rubén lo vió venir y su representante se anticipó a la jugada y apelando siempre a ese corazón por los colores que nos distingue a los argentinos, se contactó rapidamente con el presidente de Estudiantes de la Plata, Francisco Roque sabiendo que el club pasaba uno de los mejores momentos de su historia luego de obtener su primera liga de campeones y lo convenció: El jugador pasó a Estudiantes por la friolera de casi 300 millones de pesos. Y se sacó el gusto eh? Dos ligas argentinas, tres copa de liga y dos subcampeonatos fueron los logros del ya consagrado delantero.
Sin embargo, ese no fue el techo de su gloria. En una polémica desición, Francisco Roqué decidió refundar el club y vendió a su gran estrella en poco mas de la mitad de lo que lo había pagado junto a todo el resto de su plantel. Fue así como en medio de ovaciones y llantos de simpatizantes, tomó un sulky y recaló en un gigante europeo: Cruentus de Hungría.
Esa temporada 26 lo veía en un ignoto país y con el desafío de un mundial de mayores por delante. Y ese mundial no comenzó nada bien. En su debut, fue expulsado en el PT y eso lo condenó al castigo del técnico Lucas Diegote a no volver a ser titular hasta el partido por cuartos de final. Aquel mazazo que para cualquier jugador podría significar la desaparición por completo del mapa futbolístico, al querido Rubén lo catapultó a querer demostrar y demostrarse que era capaz de todo.
Y así fue: En su vuelta a la titularidad, le dio una deliciosa asistencia a Zacarias Paez para abrir el marcador frente a los búlgaros. Sin embargo, su performance en la semi contra Francia no fue de la mejor a pesar del triunfo albiceleste y sorpresivamente en la final, Lucas Diegote decidió apostar por su rutilante dupla Paez / Albamessi. Tiempo después, el técnico declararía entre sus íntimos que soñó que debía dejar a Lanara en el banco porque ingresaría y haría un gol. Mito o no, Albamessi camino la cancha todo el partido y, vómitos mediante, fue sustituido en el tiempo suplementario por un Lanara que entró a jugarse la vida. Y en el minuto 103, un centro de Araujo (que apareció de wing izquiero gracias a las enseñanzas de un ex tecnico de la selección) encontró su cabeza potente y decretó así el 3-1 final que coronó a la selección argentina con su primera y única estrella dorada hasta el momento.
Hoy, a sus 37 años continúa en el país del gran Puskas inflando las redes pero ya relegado de la selección de manera inexplicable por el técnico Lucas Diegote... Podrá agregar alguna proeza mas?
Por lo pronto, con lo realizado hasta acá, es el mayor 9 que el basto semillero argentino nos ha brindado.
Espero que les haya resultado agradable ésta humilde reseña y no se pierdan el próximo fascículo de esta colección!