Revista PowerPlay

A falta de organizar nuestra primera quedada oficial de PPM en España, decidí combinar dos de mis aficiones, y embarcarme en lo que he llamado en broma el PPM Road Trip. Un viaje en moto visitando amigos que además dirigen un club de hockey en PowerPlay Manager.

Lo primero que hice fue recorrer unos 700 km a lomos de mi Ducati para llegar a Badajoz. Frío y niebla durante 400 km antes de poder disfrutar un poco de la carretera. Vino a recibirme mi amigo Hefestion que me brindo una vez más su casa. Tras la duchita y las cervecitas pertinentes acudimos a cenar. En la cena me reencontré con casi una veintena de amigos y amigas moteros, algunos de los cuales son managers de PPM. Allí pude hablar con BUANIX, argp02, Konfite y claro, el ya citado Hefestion.

Tras una velada muy agradable, nos retiramos prudentemente, Hefestion y yo partíamos en moto al día siguiente y claro, siendo jueves, el resto tenía que trabajar mientras tanto.

Nos fuimos por secundarias hacia Sevilla, buscando las curvitas de la sierra y en medio del trayecto, nos unimos con mi amigo Jose, ducatista y sin relación con PPM. Comimos estupendamente en Dos Hermanas y al caer la noche nos despedimos de él, y fuimos al domicilio de un amigo común y mánager de PPM, que una vez más, nos ofrecía sitio en su casa. Se trata de neno18. Con él y con su esposa pasamos la noche del viernes y todo el sábado.

Y con el domingo, volvimos a coger las motos y Hefestion y yo nos dimos un buen rodeo para llegar a Jaén. De nuevo buscamos la sierra y sus curvas antes de entrar en la capital jienense. 

Dimos unas cuantas vueltas por las calles de Jaén y nos detuvimos en una avenida amplia, y nos metimos en el Bar Hawaii. Nos pedimos unas cervecitas sin plomo porque con las motos nos aguantamos las ganas de tomarnos una de verdad. ¿Y qué hacíamos en Jaén? Pues habíamos ido a conocer a qum66 y polo1, dos mánagers de PowerPlay Manager.

Llame a qum66 que se presentó en un momento con su scooter. Ya allí nos dijo que no tenía noticias de polo1 y empezamos a temernos lo peor, que terminaríamos por no conocerlo, y eso fue lo que paso. Una pena.

qum66 nos abrió su casa de par en par, y fue un anfitrión perfecto. Los moteros nos dimos una ducha reparadora y nos fuimos a comer dirigidos por nuestro cicerone particular. Nos zumbamos cuatro o cinco cañas cada uno para empujar unas raciones superlativas de chanquetes, solomillo al Roquefort y unas berenjenas rebozadas con un toque de caramelo. Comimos de fábula, nos echamos unas risas que no veas, y nos fuimos a tomar un cafe con su correspondiente chupito antes de retirarnos a casa de qum66.

Durante todo ese tiempo, yo llevé puesta mi camiseta del increíble portero de la selección checa y estrella de la NHL (Buffalo Sabres y Detroit Red Wings especialmente, aunque también militó en los Black Hawks de Chicago y en los Otawa Senators).

Como dato curioso, qum66 nos señaló de donde sacó la inspiración para su nombre de usuario. En las proximidades de su casa, hay un negocio de cocinas y baños llamado Qum jajajajajajaj.

La verdad es que qum66 es un gran tipo y se notaba que estaba a gusto y feliz de tenernos por allí. Nosotros también estuvimos muy cómodos y la verdad es que hubo muy buen rollo desde el principio.

Tras una cabezadita reparadora que se echó el capi, mientras qum66 y Hefestion se pimplaban unos whiskies viendo un partido de fútbol de la Premier y otro de la liga española, salimos a cenar. 

Y ahí fue donde acabamos echando risas con unos mojitos (unos cuantos la verdad) con música de los ochenta, camareras guapas y simpáticas, y la mujer 10 que entró en el garito con una minifalda que parecía más un cinturón ancho... Jajajajjaja...

Y nos retiramos con la panza llena de ron y hierbabuena y preparados para el viaje del día siguiente. 

Gracias qum66 por tu simpatía y amabilidad, da gusto ver que hay personas que merecen la pena no solo dentro de PPM, también fuera...

Abandonamos las calles de Jaén huyendo con las motos de una gran nevada. Durante 30 minutos tuvimos que soportarla, pero finalmente solo tuvimos que aguantar el frío.

Hicimos noche en Badajoz, en la casa de Hefestion. Y al día siguiente, con la ola de frío siberiano en pleno apogeo, volví a casa atravesando las provincias castellanas de la Ruta de la Plata con temperaturas bajo cero. Llegue a casa sin novedad, con el cuerpo castigado por el frío y el espíritu cargado a tope y con ganas de repetir la experiencia...

Quien sabe, quizá uno de estos días oigas una Ducati por tu ciudad y sea el capi que viene a conocerte ;) Nos vemos en el hielo compañeros...