PowerPlay Magazine

Si el hockey real tiene una posición clave ésta es sin duda la del portero. Un equipo campeón se forja en torno a un gran guardameta capaz de interceptar una pastilla invisible al vuelo, y moverse con gran agilidad de un poste a otro con un peso muerto en cada pierna. Sus compañeros saben del gran valor que tienen para el equipo y responderán de manera muy agresiva el más leve contacto que le produzca un contrario. Los intentos de los jugadores rivales por intimidar al portero encarándose y vociferando rara vez se resuelven sin que un compañero acuda al rescate.

En PowerPlay Manager la figura del guardameta es también importantísima.

Un buen portero necesita unos buenos valores en los atributos de Portería, Pase y Técnica, siendo el primero el atributo con más influencia en su rendimiento. Concentrar el entrenamiento de estos jugadores únicamente en su atributo principal no es una gran idea salvo para quizás, venderlo en el mercado, aunque hay señales de que esta práctica comienza a reportar menos beneficios según los compradores van siendo más experimentados. Como ya sabéis, existe un momento en el que el motor del juego considera a cualquier jugador como "descompensado", lo que significa que su atributo principal está muy por encima de los dos atributos secundarios. Cuando se llega a este punto, el rendimiento del jugador (portero o no) decae severamente.

Existe una corriente de opinión entre los usuarios del juego que determina una proporción de 100-50-50 como óptima a la hora de explotar a un jugador en los partidos. En torno a esta idea, circulan variantes más o menos compartidas que utilizan unas proporciones de 100-50-40 ó 100-40-40 entre otras.

Como en otras posiciones la compenetración y la experiencia también se dejan notar, pero al tratarse de una posición cubierta por un solo jugador, la importancia de estos valores aumenta significativamente en comparación a otras posiciones.

En el hockey real, incluso los mejores tienen un mal día, y se van al banco cuando las cosas no salen bien, dando la oportunidad a un compañero menos habitual. En algunos equipos, donde la posición del titular no está clara, los cambios son muy habituales y fomentan el debate entre los aficionados. Es lo que ha ocurrido en las últimas temporadas en los Montreal Canadiens por ejemplo, donde los guardametas Carey Price y Jaroslav Halak son el centro de encendidas discusiones entre los seguidores de los habs.

En PowerPlay Manager existe un mecanismo en el motor de juego que simula esto a la perfección. De forma aleatoria (seguramente con influencia de la experiencia del jugador) un portero puede jugar normal, tener "un mal día" o "tener un buen dia". Os puedo confirmar oficialmente que esto es cierto.

Cuando un portero tiene "un mal día", su rendimiento decae sensiblemente y los goles van cayendo con mucha facilidad. Esto del mal día se identifica claramente tanto por el marcador abultado como por los foros que se llenan de lamentos y quejas a la injusticia… ¿divina? ;)

También ocurre lo contrario, el portero comienza el partido con la mirada cargada de confianza tras su máscara y lo salva todo o casi todo. Es lo que en la revista suele conocerse como "el Muro" o "el Paralotodo".

Pero entonces… ¿estamos a expensas de que nuestro portero tenga un día bueno o malo? Bueno pues sí, pero para eso podemos configurar la estrategia y cambiar a nuestro portero cuando vamos perdiendo por x goles. Somos los entrenadores para lo bueno y para lo malo. Si nuestro portero tiene un mal día no será por culpa nuestra, pero si no lo cambiamos a tiempo no estamos haciendo bien nuestro trabajo.

Es hora de revisar nuestra estrategia compañeros… ¡Yo el primero! ;)