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La Pizarra: Mejorando tu alineación


La Pizarra: Mejorando tu alineación

Los más nuevos en el juego terminan un tanto confundidos cuando tienen que seleccionar a sus mejores jugadores para disputar un partido. Esto es especialmente grave cuando además de ser principiantes en el juego, son desconocedores de este deporte. Vamos a intentar arrojar un poquito de luz sobre este asunto.

Un equipo de hockey se compone de un portero (la base del equipo) y 5 patinadores (2 defensas y 3 atacantes). Sin embargo, este deporte es tan exigente físicamente, que los jugadores necesitan descanso prácticamente cada minuto. Por este motivo una "alineación" se compone de varios "equipos" llamados "líneas". 

Aunque en el juego todos los jugadores se reparten los minutos equitativamente, conviene tener en cuenta algunos aspectos de cara a crear el equipo más poderoso dentro de nuestras posibilidades:

Concentrar

Podemos colocar a nuestros mejores jugadores en una o dos líneas y así crear una o dos líneas muy fuertes con respecto a las otras (esto dependerá de si hay diferencias sensibles entre los jugadores de nuestra plantilla, evidentemente). Esto provocará un desequilibrio a nuestro favor cuando esas líneas se enfrenten a otras más débiles, pero perderemos efectividad cuando estén descansando y nuestras líneas "débiles" en juego.

Equilibrar

Podemos repartir a nuestros mejores jugadores para disponer de un equipo lo más equilibrado posible. Perdemos filo pero no ofrecemos puntos tan débiles como con la opción anterior. Por supuesto, los jugadores de la cuarta línea deben ser los menos habilidosos o los más inexpertos, ya que solo los jugadores que componen las tres primeras líneas estarán disponibles en situaciones de superioridad e inferioridad. 

3 líneas o 4 líneas

Dependerá mucho de la calidad de la cuarta línea con respecto a las otras, pero lo cierto es que jugar con 4 líneas hace que los jugadores se fatiguen menos durante la temporada. Si tienes un partido importante, puede ser buena idea jugar con tres líneas para presentar un equipo más fuerte sin tener que sacrificar tanta energía como jugando en importancia alta.

Retirar la 4ª línea

El juego te ofrece la posibilidad de retirar la cuarta línea al comienzo del segundo y/o tercer periodos dependiendo del resultado. Es un compromiso perfecto entre la conservación de la energía y mejorar el rendimiento de tu equipo en pista.

Seleccionando los jugadores adecuados

Si has leído la guía ya sabrás que en cada posición influyen tres atributos principalmente (si no la has leído aún ya estás tardando, compañero). Además hay que tener en cuenta la diferencia entre Agresividad y Técnica, y por supuesto el Disparo. Intentar controlar todo esto cuando acaban de entregarte el equipo puede ser demasiado para la mayoría. El consejo es sencillo, ni lo intentes.

Selecciona a tus jugadores por el atributo principal de cada posición únicamente (Ataque para alas y centros y Defensa para los defensores). Una vez que juegues un partido con tu alineación, fíjate en el rendimiento de cada línea (en la parte inferior del informe, cuanto mejor lo haga una línea en cada categoría más discos de hockey verás). Esta será tu referencia maestra.

Ahora, edita la primera línea y ordena a los jugadores por el atributo de Ataque. Para el centro, elige al que tenga valores parejos (y cuanto más altos mejor) en Pase y Técnica. Para los alas selecciona a aquellos con valores parejos en Técnica y Agresividad y no cometas el error de ponerlos a jugar por la derecha si prefieren hacerlo por la izquierda.

Ahora, ordena a los jugadores por Defensa y escoge a los dos con los valores de Pase y Agresividad más parejos y altos. Respeta su lado preferido.

Ya tienes tu primera línea optimizada (bueno, seguramente no sea del todo así, pero estamos en ello). Es probable que al modificar la primera línea debas completar alguna de las otras. Hazlo tranquilamente. No importa si te equivocas porque ERES NUEVO Y ESTAS APRENDIENDO. Asegúrate de que las dos líneas de superioridad e inferioridad están completas también.

Ahora juega tu partido y compara el rendimiento de cada línea con el del partido que elegiste como referencia. Si la cosa ha mejorado, estupendo, vamos a hacer lo mismo con la segunda línea. Que el resultado es peor, a seguir experimentando.

Espero que os sirva de ayuda y... ¡nos vemos en el hielo, compañeros!





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